Aplausos y una gran ovación es lo que se merecen los Riazor Blues, los que de verdad aguantan para que nuestro Real Club Deportivo no decaiga y hacerle animar al resto del estadio de Riazor. Ahora le toca el turno a los jugadores para que este nuestro barco siga en lo más alto del fútbol español, por el bien de ellos, del Equipo y de la Ciudad. Aunque los dirigentes políticos (y los que no lo son) le den la espalda una y otra vez. Es igual, seguiremos sin ellos. No nos hacen falta.
Ahí los tenéis, acabó el partido, ya casi no quedaba gente en las gradas y ellos seguían animando y cantando para su/nuestro Real Club Deportivo. GRACIAS, RIAZOR BLUES
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