sábado, 27 de diciembre de 2008

A pedales

Este año, el barbudo colorado se ha portado bien con los niños. A ambos les han regalado su correspondiente bicicleta.

A ver si aprenden a andar pronto sin los rodines y podemos estar un poco más tranquilos cuando bajemos al parque. Por lo de ahora es un sufrimiento puro y duro.

Todo se andará (pedaleará en este caso). No queda otra

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