De tanto romperme la cabeza los dos enanos de la casa, he tenido que claudicar y poner el árbol antes de la fecha que les tenía señalada. O sea cuando tuvieran vacaciones. Como el peque está en casa enfermo y la hermana al llegar del cole se alía con él, es insoportable lo de **cuándo ponemos el árbol, porfi** una y otra vez machaconamente hasta que no queda más remedio que hacerlo.
Hace unos tres años decidimos comprar uno de fibra óptica para no andar con el tema de decoraciones por aquí y por allí. Hoy al ir a encerderlo... sorpresa. No funciona. Y se lió.
Menos mal que siempre se puede hacer un apaño y aunque quedó algo cutre, ellos tan felices con su árbol de navidad. Hasta mañana claro en que me recordarán que tengo que ir a comprar la lamparita que se fastidió en la base.
A disfrutar, que solo quedan 3 días para tenerlos en casa ¡¡¡qué horror!!!
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