La verdad es que tenemos lo que nos merecemos.
Es una auténtica vergüenza lo ocurrido el sábado pasado (2 de enero de 2010) en el Centro Cívico de Los Rosales con la visita de los Reyes Magos para que los más pequeños disfrutasen y cumpliesen la ilusión de poder estar un momento con "su rey" preferido.
Personal de la Asociación de Vecinos y el Centro Cívico estuvieron toda la mañana preparando el salón de actos para que estuviese acorde a la ocasión. Puedo asegurar que es un trabajo cansino, gratuito y muy poco valorado por los demás, pero que a uno le llena solo con ver después las caritas de los más pequeños. Todo preparado y listo para la batalla.
Pero en la fiesta, viene lo desagradable. Los niños, que deberían ser los protagonistas, quedan relegados a un segundo plano porque la mayoría de papás/mamás no respetan filas, espacios, ni nada. Empujones para hacer las fotos... En las tres filas que había (una por rey) había más padres que niños y niñas
Pero faltaba lo más IN.
Varias personas, cogiendo los adornos y metiéndolos en los bolsos, las mamás mirando como sus retoños/as rompían y deshacían lo que, con tanto trabajo, se había hecho por la mañana, sin que se inmutasen lo más mínimo y aún encima diciendo que ya sabíamos que poniendo eso los niños lo iban a romper. Vivir para ver, o para oir...
Esperemos que el año que viene sea mejor en cuanto a estos detalles que no deslucen en nada la jornada festiva, pero sí lo empañan al ver el desprecio de alguna gente al trabajo de los demás.
lunes, 4 de enero de 2010
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