sábado, 31 de enero de 2009

¡Qué asco dan!

Todos aquellos que abusan mental o fisicamente de un niño o niña ni siquiera se les puede llamar "enfermos". Al fin y al cabo para su defensa siempre imploran "su enfermedad" para que no les caiga una condena ejemplar. Pocas veces he visto que les pusiesen una condena acorde al grado de sufrimiento que llevarán los menores para el resto de su vida.

Más inconcebible es cuando uno de los propios padres es el que abusa del pequeño/a y peor todavía que la pareja lo esconda y consienta.

Viene esto a cuento por la noticia del diario Qué en el que no pudieron probar los abusos a una niña de tres años:



http://www.que.es/asturias/200901191026-absuelven-padre-acusado-abusar-hija.html


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